Las redes sociales, una vez más, están que arden y motivos no faltan. Twitter ha sido la red social más utilizada como altavoz a nuestros pensamientos y opiniones. De forma rápida y fácil podemos contarle al mundo qué es lo que pensamos y, como todo, puede quedar en un siempre mensaje o difundirse de forma incluso internacional. Si buscamos con el hastag #CanonAEDE, podemos comprobar de lo que hablo.
El pasado 22 de julio se aprobó en el Congreso la Reforma a la Ley de Propiedad Intelectual en el que se incluye el denominado Canon AEDE o Tasa Google. Los diputados han querido irse de vacaciones con los deberes hechos (una vez más los micrófonos abiertos han jugado una mala pasada y dejaron ver las prisas de muchos por irse a disfrutar de la época estival o perder el tren). Una reunión de más de tres horas que termina con una votación rápida y con muchas consecuencias.
Para todos aquellos que no habéis escuchado hablar sobre este asunto tan candente, de forma rápida, os diré que consiste en que dejará de ser gratis lo que antes si lo era. Es decir, a partir de ahora en España enlazar páginas en Internet tendrá un coste y por lo tanto habrá que pagar un impuesto al medio al que enlazas. Así a una simple lectura rápida lo primero que pensé ¿Por qué tengo que pagar si lo que estoy haciendo es beneficiar al medio haciendo que de este modo le suban las visitas?. Para muchos son preguntas sin respuesta y para unos pocos las respuestas son más que evidentes.
Bajo mi punto de vista, pagar por enlazar lo único que puede conseguir es obstaculizar el desarrollo de Internet. Poner barreras a un campo abierto y como consecuencia lo único que se conseguirá es una menor libertad de información. Todas aquellas páginas webs y agregadores de contenidos (Por ejemplo la conocida página Menéame), se verán obligadas a pagar una tasa por cada enlace que redirija a las páginas de los medios de comunicación que forman parte de AEDE (Asociación de Editores de Diarios Españoles) por el simple hecho de reproducir sus noticias.
Por otro lado, es más que evidente que los medios de comunicación están viviendo una gran crisis, y es muy posible que muchos piensen que uno de los motivos de esta situación tan complicada es que Google nos enlaza y no paga (a ver quien es el valiente que se mete con el gran gigante Google) y sin embargo el único objetivo de las empresas es posicionarse en los buscadores para ser los primeros. Contradictorio. Quizás deberían mirarse y hacer ejercicio de introspección para darse cuenta de que problema no es el enlazar sino la información ofrecida, la calidad y la credibilidad de la misma.
El pasado 22 de julio se aprobó en el Congreso la Reforma a la Ley de Propiedad Intelectual en el que se incluye el denominado Canon AEDE o Tasa Google. Los diputados han querido irse de vacaciones con los deberes hechos (una vez más los micrófonos abiertos han jugado una mala pasada y dejaron ver las prisas de muchos por irse a disfrutar de la época estival o perder el tren). Una reunión de más de tres horas que termina con una votación rápida y con muchas consecuencias.
Para todos aquellos que no habéis escuchado hablar sobre este asunto tan candente, de forma rápida, os diré que consiste en que dejará de ser gratis lo que antes si lo era. Es decir, a partir de ahora en España enlazar páginas en Internet tendrá un coste y por lo tanto habrá que pagar un impuesto al medio al que enlazas. Así a una simple lectura rápida lo primero que pensé ¿Por qué tengo que pagar si lo que estoy haciendo es beneficiar al medio haciendo que de este modo le suban las visitas?. Para muchos son preguntas sin respuesta y para unos pocos las respuestas son más que evidentes.
Bajo mi punto de vista, pagar por enlazar lo único que puede conseguir es obstaculizar el desarrollo de Internet. Poner barreras a un campo abierto y como consecuencia lo único que se conseguirá es una menor libertad de información. Todas aquellas páginas webs y agregadores de contenidos (Por ejemplo la conocida página Menéame), se verán obligadas a pagar una tasa por cada enlace que redirija a las páginas de los medios de comunicación que forman parte de AEDE (Asociación de Editores de Diarios Españoles) por el simple hecho de reproducir sus noticias.
Por otro lado, es más que evidente que los medios de comunicación están viviendo una gran crisis, y es muy posible que muchos piensen que uno de los motivos de esta situación tan complicada es que Google nos enlaza y no paga (a ver quien es el valiente que se mete con el gran gigante Google) y sin embargo el único objetivo de las empresas es posicionarse en los buscadores para ser los primeros. Contradictorio. Quizás deberían mirarse y hacer ejercicio de introspección para darse cuenta de que problema no es el enlazar sino la información ofrecida, la calidad y la credibilidad de la misma.
Si la base de Internet es el hiperenlace, no tiene sentido que se penalice la esencia de la red. Hoy en día nuestra fuente de información está en páginas como Twitter, Facebook, Google o Menéame, y lo único que se conseguiría es que se corra el riesgo de dejarlas caer, que si se piensa de forma estratégica, sería una gran desventaja para los nuevos medios que puedan abrirse de aquí en adelante ya que tendrían gran dificultad para darse a conocer y moverse por la red. Por lo tanto serían páginas desconocidas y la competencia podría disminuir drásticamente, lo que derivaría en la pérdida de derechos del ciudadano al acceso a la información libre. Eso es lo que quieren. Que digamos adiós al desarrollo y deshagamos el camino andado. Desconectar como quien aprieta un botón.
Alemania ya implantó una ley de estas característica y tardó poco en darse cuenta de que perdía dinero más que ganarlo. ¿Y nosotros?, ¿Cuántas veces más tenemos que darnos de bruces contra el suelo para darnos cuenta de lo que verdaderamente nos perjudica?.